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Romance del amor más poderoso que la muerte

Conde Niño, por amores 

es niño y pasó la mar; 

va a dar agua a su caballo 

la mañana de San Juan. 

Mientras el caballo bebe, 

él canta dulce cantar; 

todas las aves del cielo 

se paraban a escuchar, 

caminante que camina 

olvida su caminar, 

navegante que navega, 

la nave vuelve hacia allá. 

La reina estaba labrando, 

la hija durmiendo está: 

-Levantaos, Albaniña, 

de vuestro dulce folgar, 

sentiréis cantar hermoso 

la sirenita del mar. 

-No es la sirenita, madre, 

la de tan bello cantar, 

sino es el Conde Niño, 

que por mi quiere finar. 

¡Quién le pudiese valer 

es su tan triste penar! 

-Si por tus amores pena, 

¡oh, malhaya su cantar!, 

y porque nunca los goce, 

yo le mandaré a matar. 

-Si le manda  matar, madre, 

juntos nos han de enterrar. 

Él murió a la medianoche, 

ella a los gallos cantar; 

a ella, como hija de reyes, 

la entierran en el altar; 

a él, como hijo de conde, 

unos pasos más atrás. 

De ella nació un rosal blanco, 

dél nació un espino albar; 

crece el uno, crece el otro, 

los dos se van a juntar; 

las ramitas que se alcanzan, 

fuertes abrazos se dan, 

y las que no se alcanzaban, 

no dejan de suspirar. 

La reina, llena de envidia, 

ambos los mandó  cortar; 

el galán que los cortaba 

no cesaba de llorar. 

De ella naciera una garza, 

dél un fuerte gavilán; 

juntos vuelan por el cielo. 

juntos vuelan par a par. 

Fundación Tomás

Alva Edison

2ºdo Año de la secundaria

Aarón Gabriel Navas

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